Quién pueda estar viendo esta web y leyendo estas líneas sin haber estado nunca ligado a una Gaiata, podría pensar qué sentido tiene dedicar su tiempo libre, seguramente el poco que tiene, a trabajar dentro de una Comisión de Sector como la nuestra, Sequiol.
Quizás habría que empezar por explicar qué es una Gaiata.
La Gaiata es el monumento representativo por excelencia de las fiestas de Castellón, un estallido de luz “sense foc ni fum”, señera de nuestra identidad como pueblo. Es una obra de arte que cada año se elabora con las manos expertas de los miembros de la comisión de Sequiol. Porque artista es aquel que diseña el boceto, artista es quien a partir de aquel esbozo elabora los planos y mide palmo a palmo el material necesario para su construcción. Y artistas son quienes pintan las cristaleras, quienes preparan el cuadro eléctrico con los más espectaculares cambios de luz, los carpinteros que le dan al monumento esos brazos que lo hacen bailar, artistas y de los buenos son todas y cada una de las personas que cada viernes se reúnen en el almacén de Gaiatas para hacer crecer y dar vida a nuestro monumento gaiatero.
Gaiata es también la gente que prepara la Presentación en el Palau de la Festa, quien diseña el escenario, quien escoge la música, la luz, las palabras, quienes montan las mesas y las decoran, quienes organizan el protocolo, quien recibe a los invitados, quienes se encargan de las flores y obsequios, las bandas e insignias, para que todo el mundo sepa cuán orgullosos estamos de nuestros representantes y de nuestra gente.
Gaiata es la gente que cada año crea nuestro Llibret, que además de la programación de los actos de la semana grande, incluye todas las actividades en las cuales la asociación cultural ha participado de forma activa. Y presenta a nuestros orgullosos chicos y chicas, niños y niñas, que con el vestido tradicional, de castelloneros o labradores, da igual, nos representan con una elegancia propia de quien se sabe portador del “orgull de genealogía”. Y también, naturalmente, el llibret trata cada año de hacer una aportación cultural extraordinaria escogiendo con mucho cariño artículos relacionados con nuestra tierra, nuestras fiestas y tradiciones, nuestro “amor pairal”.
Gaiata son los amigos que mantienen nuestra página web y actualizan sus contenidos cada día, quienes mantienen informados permanentemente a socios, amigos e internautas de nuestras actividades ordinarias y extraordinarias.
Gaiata es la gente del equipo de futbito, que con más pasión que profesión disfrutan y nos hacen disfrutar cada fin de semana como si fuera la final de la Champions.
Gaiata es el grupo de danzas tradicionales que cada viernes ensaya el bolero, la jota, “les marineries”, y en cada actuación nos hace sentir realmente orgullosos de nuestros danzantes de la 15. Como orgullosos nos hacen sentir los miembros del Grupo de “Dolçaina i Tabal” interpretando por todas partes piezas cada vez más complicadas.
Gaiata son los artistas sin oficio que cada año nos hacer reír a carcajadas en la representación de la obra de teatro valenciano. Si divertida es la actuación, no menos divertidos son los ensayos.
Gaiata son los maestros cocineros de nuestra asociación, quien cada viernes prepara una buena cena en el almacén de gaiatas para los constructores del monumento, quien en cada acto organiza el ágape con qué agradecer la presencia de nuestros invitados, quienes en la semana de fiestas elaboran para todos los socios del sector los almuerzos y comidas con los cuales la 15 quiere hacer barrio, hacer sector y hermandad de fiesta.
Gaiata son esos socios que nos permiten mantener viva la ilusión de continuar. Porque con su esfuerzo económico, su apoyo emocional y su presencia, nos dan fuerzas para continuar año tras año al frente de un proyecto anual, sin fin, reinventando, con imaginación y muchas, muchísimas ganas de superarnos.
Y por supuesto, Gaiata son nuestros niños y nuestros jóvenes representantes. Los que hacen del Cau su estadio de fútbol, su pista de patinaje, el salón de baile y juegos, su sala de fiestas y reuniones. Los que siempre están por el medio, los que siempre aumentan el ruido a niveles insospechados, los que lo esparcen todo rápidamente pero desaparecen cuando toca recoger, aquellos con inocencia, aquellos con pillería, aquellos que nos hacen sonreír en cada momento y que algún día serán los encargados de continuar la tarea de mantener la Panderola, naturalmente, corre que vuela.
Por eso, si tú que lees estas líneas tienes unas buenas manos para la marquetería, o te gusta trastear con cables, chips o tenazas, si tienes buena pluma, o si por el contrario lo que te gusta es pegarle patadas al balón, o tienes madera de artista, o te encanta bailar, o tienes gracia con la dolçaina, o buena mano en la cocina, o eres un crack de la organización y el buen gusto, o un manitas de la informática, tú tienes un lugar en la Gaiata, en nuestra Gaiata.
Dice nuestro Pregón que ir a la Romería no es tan sólo ir de fiesta. Como estar dentro de una Gaiata es mucho más que pasárselo bien y lucirse. Hay que trabajar, y duro, además sin ninguna remuneración. Pero la satisfacción después de un trabajo bien hecho, y encima compartida con un amplio grupo de amigos, esto no tiene precio, lo compensa todo.
¡Ven a la quince, aquí hay sitio para ti!