Galanía a la Reina y su Corte de Honor

Y llegó la cita esperada, el momento y el acto en el que Castellón y su entorno más festivo, rinde pleitesía a la Reina de las fiestas, mediante el acto de la Galanía.

El sábado, con una noche más plácida que la anterior, el mundo de la fiesta se dio cita en el Palau para galantear a la Reina, Damas de la Ciudad y Madrinas. Con la sala transformada por medio de las proyecciones en diversas escenas de la historia de Castellón, se fue realizando el acto, con el desfile en primer lugar de las Madrinas de los diferentes sectores y como no, con la presencia de nuestra Madrina 2017, Beatriz Belenguer Mercé, quien al igual que todas las Madrinas, desfiló por el pasillo central hasta el escenario, para recibir el aplauso de los presentes y siempre con esa sonrisa en la boca que la caracteriza. Al igual que la noche anterior, las Madrinas dieron paso a las Damas de la Ciudad y éstas a su vez a la Reina de las Fiestas 2017 Estefanía Climent Moreno, y nunca mejor dicho, nuestra Reina.

El acto de la galanía 2017 fue sin duda el más sequiolero de los celebrados hasta la fecha porque, entre otros, la galantejadora de la noche fue nuestra presidenta Elisabeth, el cojinero fue el miembro de la comisión Miguel, y porque en la última escena, cuando en el escenario tan solo quedaba la Reina de las Fiestas, nuestra entrañable Estefanía, accedió hasta el mismo, en una Romería, la comisión del Sequiol, para formar con las cañas una Gaiata, adornada con faroles portados por los acompañantes de nuestras damas, y coronada por un Gaiato portado por el padre de la Reina, Lauren. Fue un momento, especial, emotivo para todos, para nuestra Reina, para los Sequiolos que acudieron al Palau y no quisieron perderse la cita tan importante, un momento único para nuestra madrina Bea y para Estefania, una noche que recordaremos siempre y un recuerdo que ha quedado en la baldosa que desde esa noche quedó en la entrada del Palau, para recordarnos que en el año 2017, tuvimos el privilegio de tener de nuevo una Reina Sequiolera.

 

Fotos cortesía de Ediciones Digitales Muphy

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